Consigamos un futuro más sostenible con mujeres empoderadas
La pandemia nos recordó que somos vulnerables. De un día a otro cambió por completo nuestra realidad: aprendimos a mantenernos todo el tiempo en casa, a no recibir visitas para el bien de todos, a celebrar cumpleaños por videollamada, a abrir la oficina en nuestra sala…
Aunque esto último no fue una posibilidad para muchos. Solo en abril de 2020, cuando esta marea de incertidumbre parecía imparable, más de cinco millones de puestos de trabajo se habían perdido en Colombia.
Para las mujeres de todo el mundo, esta crisis ha sido más fuerte y está en las manos de todos poder cambiar esta realidad.
Pero, ¿cómo? En “El impacto de la COVID-19 en las mujeres trabajadoras de Colombia”, la Oficina de la OIT para los Países Andinos hace seis recomendaciones tanto al gobierno como a las empresas y a nosotros mismos: los ciudadanos de a pie. Estos son la economía del cuidado, la prevención de la violencia intrafamiliar, pactos por el empleo con enfoque de género, la promoción del empleo a tiempo parcial, la formación para el trabajo y el apoyo al emprendimiento femenino.
Apoyar que las mujeres puedan mantener a flote sus propios emprendimientos, desde la formación como en la asesoría y el acceso a recursos y créditos, nos permite tener sociedades más activas que sabrán cómo sostenerse hasta en situaciones de crisis y eso es algo que las mujeres de la Asociación de Confecciones Industriales Mujeres Activas de Juan Mina, Atlántico – ACIMA, nos han demostrado.
En alianza con la Fundación La Cayena, a través de la compra de más de 19.325 prendas y capacitaciones en confección, empoderamiento y cultura empresarial, apoyamos a este emprendimiento social de madres cabeza de hogar que se dedica a la dotación industrial.
Esto ha permitido que muchas de las 64 mujeres del corregimiento de Juan Mina que se han beneficiado, hoy puedan generar ingresos a través de negocios propios o por empleos que han conseguido gracias a este empuje.
Es decir, 64 mujeres que hoy tienen herramientas para su independencia económica y las de sus familias; herramientas para hacerle frente a los obstáculos y a las crisis…por más difíciles que parezcan.
Y tú también puedes apoyar el emprendimiento femenino. Investiga, conoce más de estos tipos de programas, compártelos con tus conocidos, dale ‘Me gusta’ a tu amiga que vende postres en Facebook, compra productos hechos por mujeres… Como lo dijimos, en las manos de todos está el cambiar esta realidad.